CARGANDO CON ESTE TEXTO

La fotografía y la pintura han estado siempre conversando y a veces este diálogo ha llegado a niveles de debate. Los antecedentes históricos de la fotografía intervenida se remontan a las primeras épocas del medio fotográfico. Los Daguerrotipos fueron pintados en un esfuerzo por expandir  los nuevos y extraordinarios efectos de la cámara en la realidad; los retratos realizados en estudio fueron deliberadamente retocados  para  darle  a  los protagonistas un standard de belleza y contemporaneidad. La aparición de las "caries de visites" y de las "caries postales" le dio a los fotógrafos nuevas oportunidades de utilización de las expresividades del color y, con ellas, la imaginación de los fotógrafos tuvo más libertad. La informalidad de estas intervenciones tuvieron  como resultados imágenes brillantes y únicas, en concordancia con las nociones pictorialistas y románticas del fotógrafo.

Es importante mencionar que, en la actualidad, las postales coloreadas a mano son coleccionadas por los expertos conocedores, y han influenciado grandemente a los practicantes contemporáneos del arte de colorear las fotografías. No obstante, la historia de la fotografía contemporánea se ha basado en la lucha por independizarse de la comparación con la pintura, y definirse, ella misma, como una forma auténtica de Arte, con su lenguaje propio y reglas estéticas. El deseo de esta autonomía estética y conceptual contribuyó, en gran medida, a ladesconfianza de los fotógrafos por el color y a su preferncia por la "pureza"del blanco y negro. La victoria de la Fotografía por establecer y definir sus credenciales es, hoy en día, incuestionable. No pretendemos, en este texto, reabrir un caso ya ganado, sin embargo, fotógrafos contemporáneos, que han incorporado la pintura a sus trabajos, han encontrado mucha resistencia filosófica.   Susan Sontag dice:

"Muchos fotógrafos siguen prefiriendo la Fotografía Blanco y Negro porque piensan que es más decorosa, más decente que el color, o menos voyerista, o menos sentimental, o cruda. Pero, la razón básica por estapreferencia es, una vez más, una implícita comparación con la pintura.

(Susan Sontag, ON PHOTOGRAPHY. Farrar Straus & Giroux, New York, 1977,pág. 128).

Edgar Moreno en su trabajo, obviamente, esta desinteresado enesta comparación. No desea definir los parámetros de su disciplina visual, por el contrario, se esfuerza en traspasarlo y extenderlos gracias a la seriedad   constante   de   sus investigaciones.

Guiado por quizás su frustración e insatisfacción por los procesos fotográficos de color, prefiere mantener el control cromático que le permite la aplicación directa del color, y aunque sus intervenciones son extremadamente minuciosas,abundantes y largas en el tiempo, es una oportunidad magnífica para romper la estéril y tediosa rutina del laboratorio. Es entonces cuando se transforma en ese mago poseedor de un gigante abanico de posibilidades y técnicas a la hora de intervenir sus fotografías: viraje selectivo, colorantes naturales,   pasteles,   creyones,acuarelas etc. El corpus cromático de su obra posee una sensual y siempre táctil superficie, muy diferente a los resultados plásticos y brillantes de los procesos de las fotografías en color.

La descripción formal de sus intervenciones permite el uso de unvocabulario que tiene implícito la temática del "toque" o "marca personal", que el artista "deja" en sus imágenes, lo que sin duda nos hace presumir el placer tangible que produce el sentimiento de dibujar y pintar en las fotografías, que como lo acota Sontag, "es un deseo por el retorno a lo artesanal, a la pureza del pasado, cuando las imágenes tenían la calidad de la manufactura, un aura..." (op. cit. pag. 124).

Es una reacción contra la expansión de la Tecnología en la Fotografía. El Trompe FOeil luninico tan característico de la obras de Edgar Moreno proviene, y en esto quiero ser insistente e incluso repetitivo, de un trabajoso, detallista, minucioso, delicado y siempre lleno de alegre imaginación proceso de viraje selectivo de un original en Blanco y Negro, en el que segmentos de la fotografía (la realidad) son extirpados de su contexto geo-físicoordinario, filtrados   por   su imaginación, son recreados con la delicadeza, la audacia y la clara ilusión de sus sueños, la manipulación de sus imágenes crea un equivalente a la intensidad emocional, altamente subjetiva, de sus experiencias    vitales. Es suficientemente evidente que sus fotografías soportan, cargan, la cuota de imaginación re-constructiva de la realidad fantástica de su creador. Y por si fuera poco, Edgar Moreno demuestra su dominio y comprensión magistral y elocuente en el tratamiento del espacio en sus exhibiciones de la carga, disciplina en la que la mayoría de los fotógrafos somos analfabetas.

Edgar Moreno: mago, guerrero, músico, artista plástico, maestro y protagonista único y genuino de la joven fotografía venezolana. ¿Como eludir la responsabilidad de cargar públicamente con la alegre celebración de tan grande obra? ¿Como no cantar a "viva voce" mi admiración y respeto por tan generoso ser humano?.

Chepeau Edgar!!

Abril 27 de 1995
Fernando Carrizales
Rochester, New York, EEUU